UN DOMINGO EN CIBELES FASHION WEEK

Este domingo hemos abandonado la zona de Cascorro y su famoso rastro,y aunque el tiempo bien sugería estar de cañas por la Latina o pasear por el Parque del Retiro, hemos optado por pasar la mañana en el pabellón 14 del IFEMA para enterarnos de lo que se va a llevar la próxima temporada otoño-invierno 2009/2010.

Aunque ha costado el madrugon, el esfuerzo se ha visto recompensado cuando los diseños de Alma Aguilar han aparecido a traves del salón de baile de un palacio cualquiera de estilo barroco que hacía las veces de decorado.

Las modelos se vuelven princesas que gustan de colores pastel como el rosa palo, el malva y el azul ceniza, con vestidos de corte imperio y lenceros, de alta inspiración romántica.
Las sedas empleadas en los diseños favorecen la silueta de la mujer proporcionando una espectacular caida a los vestidos que cubren hasta los tobillos.
Aunque para las más arriesgadas también hay minivestidos que se combinan con chaquetas de cuero.
Jaretas y lazos decoran las pecheras y las mangas de camisas y vestidos que hacen las delicias de los espectadores.
Y del sueño romántico de Alma Aguilar volvemos a la realidad de la mano de Antonio Alvarado, con una propusta austera que vaticina la crisis que se esta viviendo, como si de la época de entreguerras se tratara.
"Expreso" apuesta por una mujer uniformada que viste trajes de chaqueta de lana con marcadas hombreras, entallando la cintura y otorgando volumen a la cadera; faldas plisadas; capas, levitas que se abrochan con imperdibles; y pantalones de talle alto, con el tartan como estampado estrella, que combina con tafetan plisado, y pelo sintético que añade a cinturones, zapatos y abrigos.Contrarrestrando la éstetica militar, la colección para la noche apuesta por minivestidos asimétricos de raso en color azul tinta.
Ellos visten con chaquetas "oversize", americanas y cuellos de lana como complemento.

Y como colofón final, toque de queda con silbato incluido, para llamar al orden cuando el diseñador aparece a recibir los aplausos de un entregado público.

Continuando con la Historia, llegamos al suprematismo ruso que ha inspirado la colección de Lydia Delgado.
Afluencia de rostros conocidos (Eva Amaral, Michelle Gener, Mai Meneses, Olivia de Borbón, Leire Martínez) en la primera fila, que ansían ver los diseños de cortes precisos y estrictos que dibujan planos geométricos en levitas y chaquetas de lana negras, toffees y grises, que se alargan hasta los tobillos. En contraposición a la mujer recta que viste túnicas sin marcar sus curvas, aparecen minivestidos negros que se combinan con leggings de tul del mismo color con incrustaciones de onix.
Una espectacular puesta en escena con estampados a mano con motivos orientales, antifaces de encaje, gorros cónicos y maxicuellos de tafetán de seda plisada en acordeon que recuerdan a arlequines.
Una original colección que no ha defraudado a su fiel auditorio, arrancando aplausos y vitores con cada pase.
Y para abrir el apetito, Kina Fernández nos propone sentirnos como Katherine Hepburn en la "Gran Aventura de Silvia", jugando con la ambigüedad.
Los trajes de chaqueta masculinos se renuevan con chaquetas oversize.
Vestidos de lana que se ciñen al cuerpo, contrastando con los amplios jerseys hechos a mano en cashmere y angora.
La mujer que por la mañana se viste como un hombre, por la noche se vuelve muy mujer con vestidos cortos de sensuales espaldas, y escotes palabra de honor que se complementan con pajaritas que aporta ese puntito masculino.
¿Conseguiremos así conquistar a nuestro Cary Grant?