SONIA RYKIEL, EMBAJADORA DE MAYO DEL 68
A diferencia de la mayoría de los diseñadores de su generación Sonia Rykiel es la única empresa francesa que desfila en París y que sigue siendo de propiedad familiar. Cuando se cumplen cuarenta años de la revolución estudiantil de "mayo del 68", su estilo afrancesado y arrebatador está hoy más de actualidad que nunca.
Pero este aniversario no es el punto de partida de una nueva era, sino un nuevo capítulo de su particular "revolución".
La exposición que tendrá lugar en el "Musée des Arts Décoratifs" de París el próximo mes de noviembre, revelará precisamente la vocación de las mujeres Rykiel (de la propia Sonia, y de su hija que es ahora presidenta de la firma) por mostrar una huida hacia delante que se remonta a 1968, cuando una atrevida jovencita se rindió a los pies de la modernidad.
En los años 60, soplaban aires de libertad y una diseñadora pelirroja con peinado de menina se movía como pez en agua en la rive gauche parisina, entre artistas, intelectuales y bohemios. Todos buscaban sus cotizados jerséis amplios y sus vestidos de tricot que conferían gran libertad de movimientos y que conquistaron a reinas del estilo como la cantautora Françoise Hardy y la exquisita Audrey Hepburn.
Tras la mirada profunda de madame Rykiel se esconde una historia apasionante que se remonta a 1968, cuando abrió su primera boutique en la Rive Gauche de París. Consagrada el mismo año por la revista americana Women’s Wear Daily como la “reina del tricot” el jersey se convirtió pronto en su valor más emblemático. Creadora icono, y embajadora del estilo parisino de Saint- Germain-des-Près, sus propuestas fueron toda una revolución porque en aquella época se estilaban las prendas holgadas.
El estilo Rykiel aportó un nuevo aire a la estética de los setenta. Sus formas proponían una nueva silueta, estilizada, llena de sensualidad y completada por otro de los códigos inconfundibles ligados a la marca: las rayas. Defensora de la libertad de la mujer, Sonia Rykiel imaginó también la filosofía de su marca y le puso nombre: “la démode”. Una teoría que invitaba a las mujeres a adaptarse a ellas mismas, a escoger lo que les favorecía sin dejarse llevar por los dictados de la moda.
El estilo Rykiel aportó un nuevo aire a la estética de los setenta. Sus formas proponían una nueva silueta, estilizada, llena de sensualidad y completada por otro de los códigos inconfundibles ligados a la marca: las rayas. Defensora de la libertad de la mujer, Sonia Rykiel imaginó también la filosofía de su marca y le puso nombre: “la démode”. Una teoría que invitaba a las mujeres a adaptarse a ellas mismas, a escoger lo que les favorecía sin dejarse llevar por los dictados de la moda.
Del jogging de velours para la noche al encaje y la piel para el día, Sonia Rykiel despista con impertinencia para dibujar gestos y actitudes que desafían las temporadas y la historia de la moda contemporánea. Es la historia de las mujeres contada por una mujer.
Pero este aniversario no es el punto de partida de una nueva era, sino un nuevo capítulo de su particular "revolución".
La exposición que tendrá lugar en el "Musée des Arts Décoratifs" de París el próximo mes de noviembre, revelará precisamente la vocación de las mujeres Rykiel (de la propia Sonia, y de su hija que es ahora presidenta de la firma) por mostrar una huida hacia delante que se remonta a 1968, cuando una atrevida jovencita se rindió a los pies de la modernidad.
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