BRUNI: PRINCESA DE CUENTOS O AZAFATA DE VUELOS

"Mi guitarra y mis tacones por una corona y unas bailarinas", debió pensar Carla Bruni antes de dar el sí quiero al 1,65 m de monsieur Sarkozi.

Desde luego Mónica García estará encantada porque si Carla Bruni se convierte en la reencarnación de Diana de Gales o Jackie Kennedy y los gurús de la moda (y de la anti-moda) , la encumbran por mayoría absoluta como reina del estilo, icono de moda y prescriptora de tendencias, la tendremos a ella y a sus bailarinas hasta en la sopa.
La verdad es que no me había dado cuenta de lo bajitos que son los grandes mandamases europeos hasta que una modelo ha empezado a compartir foto con ellos. Sarzoky había conseguido ocultarlo hasta ahora y sólo se le notaba cuando se acercaba a Villepin. De cualquier forma Napoleón no llegaba al 1,70 m, con lo cual queda empíricamente demostrada la teoría de "pequeños pero matones".
Cuando un bellezón (además de culto, independiente y acostumbrado a las altas esferas) como la Bruni decide prescindir de la estilización de unos tacones para sus eternas piernas y calzarse, cual ursulina unas bailarinas, eso sí debe ser la prueba de amor definitiva.
¿Qué ha sido de la Carla atractiva, provocadora, sensual y artista? Se ha esfumado y ha aparecido una azafata de vuelo servicial, a la que Francia al completo mira atenta a que le enseñe como usar el chaleco salvavidas.

Gaultier ha convertido a Carla en un revival inverosimil de la Keneddy, en una mojigata con uniforme de enfermera de guerra.
Nos gustaba más la Carla trigesa, que entonaba poemas, con clase e irreverencia y no la gatita mansa cruzada de piernas que parece no haber roto un plato en su vida.

Juguemos a las diferencias. ¿Alguién ve alguna? Dificil, difcil...

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